martes, 20 de enero de 2009

Pena, penita, pena

(Panamá, 6-Oct-2008)

En 1987, Lola Flores, nuestra Lola de España tuvo unos problemillas con la Hacienda de los payos. Parece ser que alguien con tanto duende se pasó de flamenca y no presentó declaración de la renta,...¿Pa qué?. ¿Acaso Espinete pagaba impuestos? Pues la Lola tampoco.

Para solucionarlo, y como en ese momento le venía muy mal pagar una deuda de 40 millones de pesetas, la Faraona pensó con mucho arte que si cada español le dejaba 1 peseta, su deuda estaría cubierta... Yo estaba dispuesto a darle una de mis pesetas (con 10 años, tenía un patrimonio de 100 ptas en mi cerdito hucha), pero parece que a Solchaga no le gustó demasiado la idea y siguió dando por saco.

21 años más tarde, nuestra Lola de Panamá, María de la O (lavarría) necesita algo semejante. Si reunimos a 40 amigos de María y cada amigo le deja 20 dólares al mes, le pondríamos un sueldo de 800 dólares. Yo creo que alguien le podría poner un piso, y si no cena los jueves, podría vivir con ese dinero mientras realiza sus típicas misiones comerciales (nadie sabe reálmente qué eso, o si eso puede considerarse un trabajo, pero suena puta madre...).Esa contribución de 20 $/mes no sería a fondo perdido, claro está. Sería como una especie de subscripción, o una cuota de socio a un club. Sería una buena inversión. Por sólo 20 $, los participantes tendrían un personal shopper (para comprarnos calcetines, por ejemplo), organizadora de eventos lúdico festivos, excursiones al caribe, actualización diaria de la agenda, etc...

Y entre evento y evento, Marieta podría dedicarse a misiones comerciales de verdad. Por ejemplo, se podría importar abanicos, tan necesarios en este país. Tampoco he visto ningún matamoscas en las tiendas. No sé,... seguro que se puede montar algún buen negocio en Panamá. Me parece urgente, por ejemplo, vender tapas plástico resistentes al tráfico para los registros de telefonía, saneamiento, electricidad, gas.... Veo muchos agujeros en las calles, porque algún panameño indigno ha vendido la tapa de fundición existente (inexistente, quiero decir). Urbaser y Unión Fenosa nos las quitarían de las manos. Y no estaría de más aislantes acústicos para las viviendas para que la gente pueda dormir por la noche en esta país donde las alarmas de los coches saltan por nada.

A mi personalmente Maria me cae mal, es una chula, chilla mucho y es muy impertinente. Pero desde que se ha ido, nadie organiza ninguna excursión de fin de semana. Es necesario traerla de vuelta. Si no mejora la situación, me vuelvo a Valencia antes de Navidad.

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