sábado, 2 de julio de 2011
Dios nos libre de Indignos e Indignados
Es normal que en un país como España, donde la mayor parte de sus ciudadanos no tienen dignidad, muchos se sientan indignados. Y está bien que la gente diga basta.
Pero cuidado con no ser críticos. Siempre hay que mantener el espíritu crítico y la mente abierta. Basta con hacerse algunas preguntas:
1. ¿Por qué los indignados no se indignan contra los privelegios de los sindicatos CCOO y UGT, la Monarquía y la Casa Real, o las ONGs vínculadas al poder político para evadir fondos públicos?
2. ¿Por qué está "el movimiento 15-M" constantemente en la televisión, sobretodo en TVE?
Del otro lado, siempre hay quien pensará que Mariano Rajoy, o Rubalcaba, o Rita Barberá pueden hacer algo para remediar la situación. Es mera ilusión, todos los arriba mencionados no son más que parásitos de la política. Como los okupas, pero en lugar de invadir la propiedad privada de los demás, han okupado la política y vida pública. Y han cogido tanto poder, y el dinero público tiene tal peso en la economía, que desalojarlos va a ser dificil.
Más que indignarse, habrá que huir de España y guardar el dinero en algún paraíso fiscal. A salvo de los indignos y de los indignados.
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