Tras dos años de Gobierno, el bipartido protagonizado por Mónica Oltra y Chimo Puig apoyado por Podemos, empieza a estar agotado. Los primeros meses prometían renovación y un estilo de gobierno diferente. El pacte del Botánico, el pacte de la Nau, la apertura del balcón del ayuntamiento, y la creación de conselleries como "Transparencia" invitaban al optimismo. La realidad ha sido otra bien diferente.
Por un lado, la gestión política ha estado marcada por la ideología revanchista de Compromis, en línea con Podemos, medidas que en nada mejoran la vida de las personas, y castigo a sectores sociales con los que no simpatiza el Govern Tripartit, como la escuela concertada. Mónica Oltra y Compromis, en lugar de gobernar y trabajar parece que siguen en la oposición y el postureo. Por otro lado, no se ha cumplido con algunas de las promesas estrella de gobierno del Botanic, como la reapertura del Canal 9, y la ley de dependencia, y por otro lado se hace demasiado evidente la falta de experiencia en la dirección y la administración pública, en parte por el perfil demasiado político de sus miembros de gobierno, con ninguna experiencia tampoco en el sector privado.
Algo que ha evidenciado las carencias de Compromis como partido valenciano responsable ha sido su nula capacidad de negociación con el Gobierno Central e escasa influencia en la política española. La comparación con el excelente trabajo y resultados del PNV, Coalición Canarias y Nueva Canarias que han obtenido millonarias inversiones para sus autonomías, deja en muy mal lugar al grupo político, en el que Oltra es reina, y Baldoví un actor secundario en el Congreso de los Diputados, sin capacidad de maniobra. Otro de los graves problemas de la autonomía valenciana, el de la financiación autonómica, que podría haberse resuelto en parte, si Compromis hubiera optado por ser un partido valenciano en Madrid capaz de negociar con izquierda y derecha, en lugar de situarse a la izquierda de Podemos, y hacer seguidismo a Pablo Iglesias en el Parlamento.
Pero si bien, la financiación autonómica y la inversión pública es un problema sin resolver, está la otra cara de la moneda, en la que también falla Compromis y el Tripartito: La inversión privada, y la atracción de capital. En el contexto autonómico actual, la Generalitat Valenciana debería rebajar la presión fiscal en el tramo autonómico de los impuestos. La premisa debe ser que Valencia tenga los impuestos más bajos de toda España, para atraer empresas y generar empresas y recuperar el tejido industrial y empresarial. Solo de esta manera, mejorará el empleo, y se creará riqueza. En una autonomía donde el paro supera el 27% de la población activa, impuestos tan elevados, y evasión de capitales y de empresas no es la mejor solución, sino el problema.
¿Por qué tiene su sede Ford en Madrid? ¿Por qué la Comunidad Autonóma de Madrid tiene la presión más baja de toda España? ¿Por qué se habla de paraísos fiscales de Panamá, Singapur, Andorra o Gibraltar pero no se explica que Madrid es un verdadero oasis fiscal en el centro de España? Mientras que Navarra y Pais Vasco tiene un concierto económico que les permite tener una fiscalidad propia...Madrid tiene los impuestos más bajos de toda España. Curioso.
Como el reparto de la financiación autonómica es desastrosa para los valencianos, Montoro obliga a la Generalitat Valenciana a subir impuestos, ejercer una mayor presión fiscal y compensar así la falta de recaudación. Pero esto genera peores condiciones para las empresas y las familias en Valencia, Castellón y Alicante. Más deuda autonómica y más paro.
Hay que cambiar el paradigma. Sacrificar recaudación a corto plazo, reduciendo los impuestos autonómicos en la Comunidad Valenciana, pero reconstruyendo un tejido empresarial y reduciendo el paro a los niveles del País Vasco, del 8% (nosotros los valencianos estamos en el 27%) para tener una mejor recaudación en el futuro, atraer inversión, y volver a ser polo de negocios y potencia económica del Mediterráneo. Solo así se puede volver a ser líderes de empleo y bienestar. Al principio, los ingresos de la Generalitat Valenciana se reducirían. Pero en un par de años, mejoraría la situación económica. Solo así volverán los jóvenes cerebros valencianos que ahora estudian y trabajan en el extranjero. Falta visión de conjunto y perspectiva en la política valenciana. Y saber que los valencianos podemos hacer las cosas que nadie más saber hacer.
¿Por qué tiene su sede Ford en Madrid? ¿Por qué la Comunidad Autonóma de Madrid tiene la presión más baja de toda España? ¿Por qué se habla de paraísos fiscales de Panamá, Singapur, Andorra o Gibraltar pero no se explica que Madrid es un verdadero oasis fiscal en el centro de España? Mientras que Navarra y Pais Vasco tiene un concierto económico que les permite tener una fiscalidad propia...Madrid tiene los impuestos más bajos de toda España. Curioso.
Como el reparto de la financiación autonómica es desastrosa para los valencianos, Montoro obliga a la Generalitat Valenciana a subir impuestos, ejercer una mayor presión fiscal y compensar así la falta de recaudación. Pero esto genera peores condiciones para las empresas y las familias en Valencia, Castellón y Alicante. Más deuda autonómica y más paro.
Hay que cambiar el paradigma. Sacrificar recaudación a corto plazo, reduciendo los impuestos autonómicos en la Comunidad Valenciana, pero reconstruyendo un tejido empresarial y reduciendo el paro a los niveles del País Vasco, del 8% (nosotros los valencianos estamos en el 27%) para tener una mejor recaudación en el futuro, atraer inversión, y volver a ser polo de negocios y potencia económica del Mediterráneo. Solo así se puede volver a ser líderes de empleo y bienestar. Al principio, los ingresos de la Generalitat Valenciana se reducirían. Pero en un par de años, mejoraría la situación económica. Solo así volverán los jóvenes cerebros valencianos que ahora estudian y trabajan en el extranjero. Falta visión de conjunto y perspectiva en la política valenciana. Y saber que los valencianos podemos hacer las cosas que nadie más saber hacer.
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