@Jaume_Hurtado
La principal conclusión de la “consulta” catalana del 9N es
que si a Artur Mas le dieran la independencia, éste se desmayaría. No hay otra.
Porque si como dice su propaganda, la consulta ha sido un éxito de
participación, un proceso modélico, y el pueblo catalán se ha manifestado
favorable a la independencia,… la lógica conclusión a toda esta historia sería
una declaración unilateral de independencia por parte de la Generalitat de
Catalunya, refrendada por el Parlament y bendecida por la comunidad
internacional. Este sería el único camino coherente.
Pero no. Artur Mas no quiere la independencia. CiU nunca la
ha querido. Pretenden otra cosa: Ser un Estado independiente, Catalunya, con
todos los beneficios de ser un Estado, pero con influencia y poder de decisión dentro
de otro Estado, el español, y sin asumir los costes ni desventajas de ser un
Estado.
Ahí está la clave. CiU aspira a controlar su territorio, sin
injerencias “españolas”, pero sin dejar de intervenir en las decisiones “comunes”.
Es lo que llaman por ahí “federalismo asimétrico”. Pensándolo bien, su plan es
perfecto, y quizás por eso, CiU sea la fuerza catalana más votada elección tras
elección.
Tanto a Artur Mas como a Rajoy, les interesa tensar la cuerda
todo lo posible sin que se rompa. Los electores de uno y otro, con esta
aparente tirantez entre ambos, se enervan y ambos mantienen su cuota de poder.
Yo hago la consulta y me revelo ante Madrid, dice Mas, contentando a los suyos.
Yo no te dejo, y la declaro ilegal, y como me enfade te vas a enterar, dice
Rajoy, para fidelizar y mantener a los suyos.
Al final, los grandes perjudicados de este tema seremos, como
siempre, los valencianos. Porque sin una fuerza política autóctona fuerte y
consolidada, somos y seremos carne de cañón. ¿De dónde sacará Madrid para
calmar los apetitos económicos y de influencia política de CiU y la Generalitat
Catalana? De Valencia, como siempre ha sido en los últimos 30 años.
Veremos, como las infraestructuras clave valencianas sufrirán
el enésimo boicot, y seguiremos a la cola en inversión media por habitante, a
pesar de tener una renta per cápita por debajo de la media española.
La pregunta es…¿Vamos a hacer algo al respecto?¿ Seguirán
unos mirando a Madrid, entregando la autonomía y el poder político al centro de
la meseta, y los otros aspirando a ser la periferia del sur de Catalunya? ¿O
por fin, seremos inteligentes y miraremos por lo nuestro, reclamando lo que es
justo?
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