martes, 11 de noviembre de 2014

Artur Mas se desmaya si le dan la independencia

@Jaume_Hurtado

La principal conclusión de la “consulta” catalana del 9N es que si a Artur Mas le dieran la independencia, éste se desmayaría. No hay otra. Porque si como dice su propaganda, la consulta ha sido un éxito de participación, un proceso modélico, y el pueblo catalán se ha manifestado favorable a la independencia,… la lógica conclusión a toda esta historia sería una declaración unilateral de independencia por parte de la Generalitat de Catalunya, refrendada por el Parlament y bendecida por la comunidad internacional. Este sería el único camino coherente.

Pero no. Artur Mas no quiere la independencia. CiU nunca la ha querido. Pretenden otra cosa: Ser un Estado independiente, Catalunya, con todos los beneficios de ser un Estado, pero con influencia y poder de decisión dentro de otro Estado, el español, y sin asumir los costes ni desventajas de ser un Estado.

Ahí está la clave. CiU aspira a controlar su territorio, sin injerencias “españolas”, pero sin dejar de intervenir en las decisiones “comunes”. Es lo que llaman por ahí “federalismo asimétrico”. Pensándolo bien, su plan es perfecto, y quizás por eso, CiU sea la fuerza catalana más votada elección tras elección.

Tanto a Artur Mas como a Rajoy, les interesa tensar la cuerda todo lo posible sin que se rompa. Los electores de uno y otro, con esta aparente tirantez entre ambos, se enervan y ambos mantienen su cuota de poder. Yo hago la consulta y me revelo ante Madrid, dice Mas, contentando a los suyos. Yo no te dejo, y la declaro ilegal, y como me enfade te vas a enterar, dice Rajoy, para fidelizar y mantener a los suyos.

Al final, los grandes perjudicados de este tema seremos, como siempre, los valencianos. Porque sin una fuerza política autóctona fuerte y consolidada, somos y seremos carne de cañón. ¿De dónde sacará Madrid para calmar los apetitos económicos y de influencia política de CiU y la Generalitat Catalana? De Valencia, como siempre ha sido en los últimos 30 años.
Veremos, como las infraestructuras clave valencianas sufrirán el enésimo boicot, y seguiremos a la cola en inversión media por habitante, a pesar de tener una renta per cápita por debajo de la media española.

La pregunta es…¿Vamos a hacer algo al respecto?¿ Seguirán unos mirando a Madrid, entregando la autonomía y el poder político al centro de la meseta, y los otros aspirando a ser la periferia del sur de Catalunya? ¿O por fin, seremos inteligentes y miraremos por lo nuestro, reclamando lo que es justo?





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